La Feria de Agosto es, junto a la Semana Santa, uno de los acontecimientos festivos más importantes del calendario malagueño. La necesidad de disponer de un lugar estable y adecuadamente acondicionado para la celebración anual de las fiestas, y que al mismo tiempo permitiera otros usos alternativos durante el resto del año, llevó al Ayuntamiento a habilitar un recinto ferial con más de 700.000 metros cuadrados en la zona conocida como Cortijo de Torres, inaugurado en 1998.Entre el equipamiento instalado en el recinto para hacerlo más agradable y atractivo se dispuso una serie de fuentes de diversos tamaños y formas que suavizan las calurosas noches de agosto. Todas disponen de iluminación para realzar su presencia en las horas de oscuridad. En el acceso por la avenida de las Malagueñas, eje vertebrador del Cortijo de Torres que separa la parte de casetas de la de atracciones, el visitante se encuentra en primera lugar un par de fuentes con forma de alberca. Muretes encalados con bordes de mazaríes limitan unos estanques rectangulares con juegos de surtidores enfrentados en su interior.

A continuación la misma avenida se organiza en carriles laterales e isletas ajardinadas en el centro. En tres de estas isletas se disponen sucesivamente grandes fuentes, formadas por vasos rehundidos circulares de amplio diámetro con bordes de ladrillo y potentes juegos de surtidores en su interior.

En el área de casetas hallamos otras tres fuentes conformando un nuevo eje visual a lo largo de la calle del Niño de las Moras. Las dos fuentes que están en esta calle, llamadas de la Jábega, recogen una estructura de acero que imita la forma de estas embarcaciones típicamente malagueñas insertas en unos estanques circulares recubiertos de placas de cerámica rojiza. La última de las fuentes del recinto es la de la Biznaga, ubicada delante de la Caseta Municipal. Es un mástil metálico coronado por una especie de esfera de varas por las que sale el agua, que recuerda a los tradicionales racimos engarzados de jazmines. Unida a dos filas de diez surtidores cada una que se disponen a ambos lados ayuda a refrescar el ambiente de las cálidas noches de feria.