Tres trabajadores preparando una canalización para abastecimiento de agua en los años veinte

Trabajos en una canalización de abastecimiento (mediados de los años 20). Archivo Emasa

Una cuadrilla de trabajadores trabajando en una zanja para reparar una avería en una calle de Málaga (hacia 1925)

Reparación de una avería en una calle de Málaga (ca. 1925). Archivo Emasa

Orígenes

La gestión del sistema de abastecimiento de agua en Málaga se remonta al siglo XIX. Tras algunas propuestas iniciales de empresas privadas para desarrollar el suministro de agua a la ciudad, el Ayuntamiento optó por la traída de aguas de los manantiales de Torremolinos aprovechando la abundancia de acuíferos existentes en esa zona. De ahí surge la primera iniciativa en 1876 con la puesta en marcha de la Compañía de Aguas de Torremolinos hasta que el Ayuntamiento rescató la concesión y municipalizó el servicio en 1913.

La expansión de la ciudad en la segunda mitad del siglo XX obligó a diseñar un nuevo sistema de abastecimiento y distribución que implicaba una considerable complejidad técnica y de gestión. El Servicio Municipal, que pasó a funcionar en régimen de monopolio desde 1942, tenía que atender las necesidades de una población que se duplicó en un cuarto de siglo hasta superar el medio millón de habitantes a principios de los años ochenta. Este proceso de cambios iba apuntando hacia la adopción de nuevas formas de organización de este servicio público caracterizadas por una mayor eficacia y agilidad.

Así, el abastecimiento y distribución de agua potable se empezó a gestionar a través de un Servicio Municipal integrado en el esquema funcional del Ayuntamiento. El organigrama del servicio, que cubría las facetas técnica y administrativa, se estructuró inicialmente en una jefatura y cuatro áreas: Tratamiento de Agua, Mantenimiento y Explotación, Gestión de Abonados y Oficina Técnica. La plantilla estaba formada por 137 trabajadores adscritos al Servicio Técnico de Aguas (de ellos, 68 pertenecientes a la sección de Mantenimiento y Explotación), más otros once funcionarios asignados al Negociado Administrativo de Aguas.

Creación de Emasa

La idea de crear una empresa municipal de aguas que contemplase la gestión aplicada del agua al abastecimiento, la depuración y el saneamiento, como procesos integrados en un mismo ciclo integral del agua, data de la década de 1940. Los sucesivos intentos para la propuesta de la nueva entidad municipal no fructificaron hasta los años 70, cuando el proyectó se presentó ante el Ayuntamiento. Sin embargo, no fue hasta 1983 cuando la realidad de un abastecimiento en permanente expansión condujo a retomar la iniciativa. Entonces, se inició un periodo de estudios y trabajos previos que culminaron con la elaboración de una memoria justificativa para la creación de la nueva empresa que fue aprobada por el Pleno Municipal el 26 de abril de 1985.

Primera sede de Emasa en la Plaza de la Marina (2021). Emasa

Obras de la ETAP El Atabal (finales años 60). Archivo Emasa

La forma legal elegida para la nueva empresa fue la modalidad de sociedad privada municipal, que otorga una amplia autonomía de gestión a la vez que garantiza el control del Ayuntamiento sobre este servicio público. La nueva empresa estaría sujeta a las normas de las sociedades mercantiles, pero su patrimonio y financiación se mantendrían como competencia exclusiva de la Corporación. La Junta General quedaba constituida por el Pleno del Ayuntamiento y el Consejo de Administración lo componían un determinado número de concejales junto a otras personas designadas directamente por el Ayuntamiento.

Tras completar los trabajos para diseñar la organización de la empresa, y una vez dotada del personal y recursos necesarios, el 9 de agosto de 1985 el Ayuntamiento en Pleno tomó el acuerdo de constituir la Empresa Municipal de Aguas de Málaga S.A., Emasa, a la que se aportaban todos los bienes afectos al existente Servicio de Aguas, que eran valorados entonces en 7.000 millones de pesetas.

Fachada principal del antiguo edificio Hospital Noble de estilo neogótico construido en ladrillo visto con una ventana triple de arcos ojivales y una puerta de arco ojival

Fachada del edifico del Hospital Noble (2021). Emasa

Primeros años

Algo más de un año después de su constitución, concluyeron los estudios sobre la planificación y organización de la empresa, se redactaron sus estatutos y se aprobaron en el Pleno celebrado el 29 de noviembre de 1986. Estos últimos pasos ponían fin al largo proceso político, técnico y jurídico que desembocó en la puesta en funcionamiento de Emasa como sociedad anónima de capital enteramente municipal.

La empresa comenzó a operar de forma efectiva en julio de 1987 tras el nombramiento de nuestro primer director-gerente, el ingeniero Juan Denis Zambrana, quien ocupó el puesto hasta 1989. Así se fue conformando la estructura de la nueva Empresa Municipal de Aguas de Málaga, que comenzó su andadura provisional en la tercera planta de un piso habilitado para oficinas en el número 2 de la Plaza de la Marina, entonces con un reducido número de personal técnico y administrativo.

Poco después, en noviembre de 1987, Emasa se instaló en su sede actual, el histórico edificio del Hospital Noble en la céntrica plaza del General Torrijos. Al inicio de su andadura, nuestra empresa contó con los recursos materiales y humanos del extinguido Servicio de Aguas y se dedicaba en exclusiva al abastecimiento de agua potable a la población. La plantilla inicial estaba integrada por 108 personas empleadas en las oficinas técnicas y administrativas, en la Depuradora del Atabal (hoy ETAP El Atabal, inaugurada en enero de 1970) y en el mantenimiento de las redes de distribución. En esta primera etapa, la cifra de empleados ascendió hasta los 160.

En los años siguientes se pusieron en marcha diferentes proyectos destinados a introducir mejoras en las redes de abastecimiento, distribución y saneamiento. Entre ellos destaca la construcción de la presa de Pilones, que sirve para decantar los caudales procedentes de los pantanos del Guadalhorce; las obras que permitieron comunicar la red principal de Málaga con la presa de La Viñuela; la instalación de una conducción que enlaza las redes de abastecimiento de la Costa Occidental y Málaga a través de una tubería que permite prestar un doble servicio, bien recibiendo agua de la presa de La Concepción en Río Verde, bien facilitando que se suministre a los municipios de la Costa desde Málaga.

A partir de 1990, Emasa añadió a sus cometidos la gestión del saneamiento y la depuración de aguas residuales. Cabe destacar en estos años el inicio de la explotación del pretratamiento de la EDAR Guadalhorce, en marzo de 1992, y la inauguración de la primera fase de la EDAR Peñón del Cuervo, en abril de 1993. A mediados de los años 90 se aprueba el proyecto de ampliación de la EDAR Guadalhorce que incorporaba nuevos procesos de depuración de aguas residuales y tratamiento de fangos. La planta se inauguró en julio de 1999, convirtiéndose en una de las depuradoras más grandes de España. Durante estos años, la gerencia de Emasa recayó en Bernardino León Díaz (entre 1989 y 1999).

Vista aérea de la EDAR Peñón del Cuervo (2004). Archivo Emasa

Vista aérea de la EDAR Guadalhorce (2004). Archivo Emasa

Años 2000: los retos tecnológicos de las nuevas instalaciones

Emasa encara la llegada del siglo XXI asumiendo los nuevos retos que suponen los avances tecnológicos en el sector del agua para la mejora de los procesos y la ampliación de sus servicios. En esas fechas, las redes de distribución de la ciudad ya han pasado de los 500 kilómetros de los años 90 a duplicarse en la siguiente década; en mayo de 2002 entra en servicio instalación para depurar las aguas residuales en la barriada de Olías; en marzo 2005 se inaugura la desaladora de Atabal, una planta que elevará la calidad del agua de la ciudad a niveles inéditos hasta la fecha.

Nave de proceso y edificio de control de la desaladora de El Atabal (2004). Archivo Emasa

Por otro lado, en 2007, se pone en marcha la planta de secado térmico de la EDAR Guadalhorce, instalación pionera en la eliminación y el tratamiento de lodos; y en 2010 entra en servicio una planta de terciario y ultrafiltración en la EDAR Guadalhorce, que integra procesos avanzados en regeneración del agua depurada para su reutilización en determinados usos.

Planta de secado térmico de la EDAR Guadalhorce (2007). Archivo Emasa

EDAR Olías (2012). Archivo Emasa

Las nuevas instalaciones y su complejidad técnica suponen también la especialización del personal de Emasa, que amplía su perfil profesional con la incorporación de personal cada vez más cualificado y con programas de formación específicos en todas las líneas de actuación de la empresa. La evolución de la organización experimenta un incremento y en 2003 Emasa supera por primera vez los 400 empleados, que oscilarán en esas cifras hasta llegar a más de 500 puntualmente a mediados de 2008, hasta estabilizarse alrededor de los 430 en los años posteriores.

En la gerencia, se sucede el relevo de José Luis Rodríguez López, que ostentó el cargo desde 1999 hasta abril de 2016, por Juan José Denis Corrales, máximo responsable de Emasa desde entonces.

Torre de tomas de la presa de El Tomillar (2017). Archivo Emasa

Sala de control de la IDAS El Atabal (2018). Archivo Emasa

En el área de depuración de agua residual, se pueden destacar los trabajos realizados para la puesta en marcha de la nueva estación de bombeo construida dentro del recinto portuario para sustituir a la ubicada en la zona de Misericordia y la mejora de la eficiencia de los procesos de espesamiento de fangos en las depuradoras, así como en la aireación del edificio de soplantes y la desodorización en la EDAR Guadalhorce. La energía total generada por la motogeneración de la EDAR Guadalhorce ha superado los 40 GWh, de los cuales el 23% han sido por aprovechamiento del biogás. Cabe destacar la participación de Emasa en el proyecto de la nueva EDAR Málaga Norte cuya puesta en marcha se estima para el año 2024. La futura depuradora está diseñándose para su integración en el sistema de depuración actual que gestiona Emasa y que dará servicio a los cinco municipios.

Durante el año 2020, se han ejecutado obras de inversiones financieramente sostenibles por un importe total de 3,1 millones de euros. Estas obras están relacionadas con distintos proyectos asignados a Emasa por un importe total de 4 millones de euros que están actualmente en ejecución. Siguiendo la línea estratégica de impulsar la gestión de la empresa a través de la gestión de los datos, seguimos incrementando el número de variables obtenido automáticamente en todos los ámbitos de Emasa. Esto nos permite tener un conocimiento cada vez más exhaustivo del funcionamiento de los diferentes procesos y tener en cuenta estos datos para la toma de decisiones. Ya contamos con más de 6.000 parámetros recogidos en el sistema. Emasa también dispone de un Plan Director de Ciberseguridad Industrial con el objetivo de proteger nuestros sistemas de control y garantizar la seguridad de las tecnologías de la operación mediante una gestión planificada de actuaciones en materia de ciberseguridad.

La Emasa de hoy y del futuro

La Empresa Municipal Aguas de Málaga aspira a ser un referente en la gestión del ciclo integral de agua con una visión estratégica enfocada en su vocación de servicio público, apostando por las nuevas tecnologías y con especial a la preservación del medio ambiente. La plantilla actual de Emasa la forman unas 435 personas, de las que un 18% son mujeres, porcentaje que se incrementa al 25% en las áreas de responsabilidad.

Emasa atiende hoy en día a una población de unas 600.000 personas con un parque de contadores de más de 200.000 unidades. Además, actualmente se ocupa de la explotación de tres plantas de tratamiento de agua potable (El Atabal, Pilones y El Limonero); tres depuradoras de aguas residuales (Guadalhorce, Peñón del Cuervo y Olías); la presa de El Tomillar; la captación de agua potable del azud de Aljaima; 32 estaciones de bombeo de aguas residuales; y otras 150 infraestructuras más entre depósitos, elevaciones y pozos de agua potable. También mantiene 1.800 kilómetros de redes de abastecimiento, 2.000 kilómetros de redes de saneamiento y otros 80 kilómetros de redes de baldeo.

Nuestra planta de El Atabal trata algo más de 56 hm3 de agua bruta, procediendo la mayor parte del sistema de pantanos del río Guadalhorce. La empresa ha participado activamente en los procesos de Planificación Hidrológica de la Cuenca Mediterránea Andaluza y en los Órganos Colegiados de Planificación y Gestión del Agua en Andalucía. También se ha potenciado la revisión de las redes de abastecimiento y saneamiento con sistemas electrónicos y se está trabajando en el diseño de un plan de renovación de redes a ejecutar a lo largo de los próximos años.

Sala de cogeneración de la EDAR Guadalhorce (2021). Emasa

Interior de la nueva EBAR en el puerto de Málaga (2021). Emasa

En el ámbito social, durante 2020 se realizaron más de 4.800 acuerdos con otros tantos clientes a fin de facilitarles el pago fraccionado de sus facturas. De este modo, se han financiado recibos por un importe de más de tres millones de euros. Asimismo, Emasa desarrolla cada año diversas campañas de concienciación y educación medioambiental orientadas a centros de enseñanza y a la población en general. También colaboramos con asociaciones de consumidores en la divulgación de la cultura del agua y en la organización de visitas a nuestras instalaciones. Emasa también emprende anualmente iniciativas destinadas a favorecer a colectivos vuInerables mediante la concesión de subvenciones y la entrega de donaciones. Igualmente, Emasa suscribe convenios de colaboración con instituciones para el desarrollo de proyectos técnicos o científicos vinculados con nuestra actividad. El último de ellos, con la Universidad de Málaga para la detección del SARs-CoV-2 en las aguas residuales de Málaga capital.

Emasa continúa creciendo y adaptándose a los nuevos retos tecnológicos, medioambientales y sociales para ofrecer el mejor servicio a Málaga y a sus habitantes siendo fieles a nuestros valores y a nuestra historia.