Fuente de Tempus Fugit
Plaza del Patrocinio
La Plaza del Patrocinio es un amplio espacio abierto que se dispone frente al Cementerio de San Miguel, el más antiguo y monumental de la ciudad. Este camposanto fue bendecido en 1810, después de que fuera prohibida la práctica tradicional de enterrar en las iglesias. En las décadas siguientes fue experimentando sucesivas ampliaciones, a la vez que la próspera burguesía malagueña mandaba edificar mausoleos y panteones de gran interés artístico, obra de los más reputados arquitectos y maestros de obras que trabajaban en Málaga.
La urbanización de la Plaza del Patrocinio se realizó a mediados del siglo XIX, instalándose entonces una bella fuente que forma eje con la portada del cementerio y cuya forma y contenido simbólico están directamente relacionados con su emplazamiento. En el vástago aparece grabado el año de su realización, 1849.
Está compuesta por un pilón octogonal, dispuesto sobre un amplio escalón, todo ello de piedra blanca. En su centro se eleva un pilar cuadrado, en el que está la inscripción con la fecha y dos rosetones para los caños de agua. La fuente queda rematada por un obelisco (símbolo de la inmortalidad) de ágata de tonos ocres, sienas y marrones y, en la cúspide, coronando el conjunto, un reloj de arena con alas, de hierro fundido, que representa la fugacidad de la vida: «Tempus fugit» («el tiempo vuela»). Estos elementos, obelisco y reloj, otorgan a la fuente su simbología funeraria y la relacionan con muchos de los panteones que existen en el interior del cementerio.