La inauguración el 1 de enero de 1987 del Parque Cementerio de Málaga permitió dotar a la ciudad de unas modernas y funcionales instalaciones funerarias adaptadas a las necesidades y demandas de una población superior al medio millón de habitantes. Prácticamente completas y sin posibilidad de ampliación las necrópolis urbanas existentes, que databan del siglo XIX, el nuevo recinto dispone de más de 500.000 metros cuadrados con zonas verdes, fuentes, jardines, área comercial y todos los servicios fúnebres que se puedan requerir.La entrada al cementerio está presidida por la fachada de la capilla, alzada sobre una escalinata que está precedida por una especie de plaza con un gran estanque de formas rectangulares dotado de un gran número de surtidores que impulsan chorros de agua. En el interior de la zona de enterramiento existe otra fuente que aprovecha el desnivel del terreno para formar una cascada en escalera desde la parte superior, donde están los surtidores flanqueados por rocas calizas, hasta el estanque de la parte baja.