Fuente de los Cristos
Calle de Los Cristos
La construcción del Acueducto de San Telmo, gracias a la iniciativa y a la aportación económica del obispo José Molina Lario, permitió la aparición de nuevas fuentes públicas a partir de 1785. Una de ellas fue la que se levantó en la calle de los Cristos, adosada a las tapias traseras del convento de San Luis el Real de la orden franciscana. Fue esta comunidad la que costeó la edificación de la fuente en 1790, como atestigua la placa de piedra que existe en la misma, con dicho año y las cinco llagas sangrantes de San Francisco de Asís, símbolo de la orden.
El diseño de la fuente es atribuido al arquitecto José Martín de Aldehuela, y su ejecución pudo deberse al maestro Silvestre Bonillo, que realizó una importante reforma en las cañerías del convento en el mismo año reseñado en la placa.
La fuente está formada por un gran frontal de ladrillo, revestido con mortero de cal coloreado a la almagra, limitado a los lados por pilastras toscanas y coronado por un frontón curvo, en cuyo remate se disponen tres pequeños pilares con bolas de piedra. En dicho frontal se sitúan dos mascarones de mármol con rostros de Sileno, que vierten el agua al pilón. Entre ambos, y algo más alta, se encuentra la pequeña placa, del mismo material, con la cartela de la orden y la fecha de realización. El pilón, de perfil ondulado y dispuesto sobre un gran escalón (recuperado en la última restauración efectuada en el año 2000), presenta su borde muy desgastado, producto de un uso continuado durante más de dos siglos.