Esta sencilla fuente se encuentra en una glorieta, dedicada al poeta Bernabé Fernández Canivell, que ordena la circulación de la zona alta del Limonar, en la confluencia entre las calles La Era y Sierra de Grazalema. Este barrio residencial ha conocido una gran expansión en los últimos treinta años, y uno de los hitos de ese crecimiento fue la inauguración de la Urbanización Pinos del Limonar en 1989. La promotora Edipsa encargó al artista Miguel Ortiz Berrocal la configuración de los jardines de la zona sur, a espaldas del Colegio de Arquitectos, que fue concebida como la entrada a la urbanización.En el extremo norte de la calle Sierra de Grazalema, en una rotonda ajardinada y ligeramente elevada, se encuentra esta fuente, compuesta por un amplio pilón circular con un juego de luces y chorros de agua en el centro. De esta manera sirve de ornamentación a la vez que de elemento regulador del tráfico en este punto que comunica el Limonar con el Camino de los Almendrales y otros barrios como Parque Clavero y Cerrado de Calderón, además de constituir un acceso a las rondas de circunvalación.