Fuente de Génova
Plaza de la Constitución
A mediados del siglo XVI el Ayuntamiento malagueño consiguió hacer realidad el ansiado proyecto de una red de abastecimiento de agua para la población, utilizando las aguas del manantial del Almendral. Como culminación de esta obra en 1551, siendo corregidor don Rodrigo de Saavedra, se colocó en la plaza Mayor o de las Cuatro Calles (actual de la Constitución) una fuente para que, además de surtir de agua a los vecinos, prestigiase el centro neurálgico de la ciudad, donde se hallaban las Casas Consistoriales y la residencia del Corregidor.
Para ello se utilizó parte de una columna con relieves que, según la tradición local, había sido depositada en el puerto procedente de Génova, tras una azarosa historia en la que se mezclaban leyendas de piratas, galeras, recuperaciones y regalos. A esta pieza se le añadió un nuevo pilón y la fuente, según se aprecia en un dibujo de 1564, fue colocada en la plaza próxima a la fachada del actual pasaje de Chinitas y no en su centro, que quedaba reservado a la celebración de actos públicos, como las corridas de toros y las procesiones religiosas.
En el siglo XVII la fuente fue sometida a diversas reformas, siendo la más importante la adición de un cuerpo intermedio con tres figuras realizadas por el escultor José Micael Alfaro en 1633-1634. El deseo de hermosear el nuevo paseo de la Alameda, centro de la vida social de la ciudad en el siglo XIX, hizo que la fuente fuera trasladada en 1807 al extremo oriental de la misma, siendo visible desde el mar. Posteriormente se reubicó en el final de la Alameda, junto al río, hasta que en 1926 fue instalada en el Parque, sobre el antiguo estanque de los Cisnes. En este lugar permaneció durante tres cuartos de siglo, hasta que en el año 2002 fue restaurada y reinstalada en la plaza de la Constitución.
La fuente de Génova, uno de los monumentos urbanos más antiguos e importantes de la ciudad, consta de una gran taza dodecagonal y un vástago con dos partes de época y estilo diferentes, aunque ambas mantienen la misma simbología marina. La obra renacentista, de mármol y origen posiblemente italiano, incluye el cuerpo inferior (que presenta figuras de sirenas y ninfas) y el remate (formado por niños y un águila), mientras que el cuerpo intermedio (decorado con tres figuras, una de ellas de Neptuno, y escudos reales y de la ciudad) es manierista, obra del escultor Alfaro en el siglo XVII, también en mármol.