En 1788 se le concedió agua del recientemente inaugurado Acueducto de San Telmo a un particular para regar sus tierras, con la condición de que instalara una fuente pública en la zona de Olletas, en una de las principales vías de entrada a la ciudad, el camino de los Montes.

El diseño de esta primera fuente de Olletas pudo deberse al arquitecto Martín de Aldehuela, autor del Acueducto. Consistía en un frontis central de obra, rematado por un frontón semicircular y tres cuerpos prismáticos y apiramidados de piedra, con dos alas laterales de similares características. Contaba con una inscripción y dos caños, que manaban de sendas caretas sobre un gran pilar de piedra que servía de abrevadero para las bestias que llegaban y salían de la ciudad. En conjunto presentaba muchas similitudes con la todavía existente fuente de los Cristos, atribuida al mismo arquitecto.

A principios del siglo XX esta fuente experimentó una reforma que afectó parcialmente a su aspecto: los caños fueron desplazados a los extremos, quedando uno abastecido con agua de San Telmo y el otro con agua de Torremolinos. Finalmente, a mediados de siglo, fue demolida para ensanchar la vía, construyéndose una nueva fuente a pocos metros de la antigua. La actual, a modo de fuente-abrevadero, está formada por un frontal de ladrillo, dividido por pilastras, cuya zona central alberga el escudo de la ciudad y una placa con el siguiente texto: «No maltrates a los animales que ellos hacen fácil tu trabajo y te ayudan a ganar el pan». Posee cuatro caños con forma de cabeza de león, de piedra, que vierten en un pilar alargado y bajo que recuerda la tradicional función de abrevadero que siempre ha tenido esta fuente. Todo el conjunto está recogido por un remate de perfil mixtilíneo con pináculos y bolas.