Emasa ejecuta la primera fase de la mejora del drenaje en Pinares de San Antón
Estas obras suponen una inversión de 605.152 euros y servirán para reducir los problemas en la urbanización cuando se producen fuertes precipitaciones
Las dos intervenciones restantes para completar el proyecto se encuentran en planificación y se estima que alcancen una cifra cercana al millón de euros
Emasa está ejecutando las obras de la primera fase de la separación de redes y mejora del drenaje en la urbanización Pinares de San Antón, en el distrito Este de la capital. Esta actuación supone una inversión de 605.152 euros y tiene por objeto la construcción de una canalización para reconducir las aguas pluviales hacia el arroyo San Antón, y eliminar así los problemas existentes de sobrecarga de la red de aguas residuales y el riesgo para la circulación de peatones y vehículos cuando se producen precipitaciones intensas en la urbanización.
La concejala del Sostenibilidad Medioambiental, Gemma del Corral, y el concejal del distrito Este, Carlos Conde, han visitado esta mañana la zona donde se están llevando a cabo los trabajos, que está previsto que concluyan a finales de marzo del próximo año.
Estas obras comenzaron a principios del pasado mes de octubre en la desembocadura del arroyo San Antón y se corresponden con la fase tres del proyecto. La actuación se concentra en estos momentos en la calle Cedros, donde Emasa está instalando una tubería de 1.500 milímetros de diámetro fabricada en hormigón armado junto con varias arquetas para la evacuación de aguas pluviales.
El tramo completo de esta fase comprende desde la intersección de la canalización con la calle Serranía de Ronda hasta el vertido de las aguas pluviales al arroyo de San Antón. Los trabajos están siendo ejecutados por la empresa ACSA, Obras e Infraestructuras S.A.U., adjudicataria del proceso de licitación, bajo la supervisión de técnicos de Emasa.
Las dos fases restantes para completar la separación de redes y la mejora del drenaje de la urbanización se ejecutarán aguas arriba del tramo actual. Ambas intervenciones se encuentran en planificación y se estima que alcancen una cifra cercana al millón de euros.
Durante su visita a las obras, los ediles se han dirigido a los medios de comunicación en rueda de prensa. Gemma del Corral ha agradecido al concejal Carlos Conde y a su equipo la labor que están desarrollando para solucionar los problemas del distrito Este, así como el trabajo que están realizando Emasa y ACSA en estas obras. La concejala también reconoció las facilidades que están dando los vecinos afectados: «Ha habido tramos de obra en los que hemos tenido que pasar incluso por sus propiedades privadas y eso requiere la colaboración de los vecinos porque las molestias son considerables. Sin su colaboración, esta obra hubiera sido imposible».
Por su parte, Carlos Conde destacó la importancia de estas obras para Pinares de San Antón, que se enmarcan en la serie de actuaciones de mejora que Emasa está desarrollando en otras zonas del distrito Este. El concejal subrayó lo que representan estas obras para la seguridad y tranquilidad de los vecinos: «Después de más de un año de intenso trabajo con los vecinos, tenemos ya una realidad: estamos a un 50% de ejecución de las obras y estamos garantizando, no al 100%, y eso se encargan los técnicos de Emasa de decirlo siempre, pero sí de garantizar que cuando las lluvias vienen fuertes en esta zona podamos tener una recogida de esas aguas superficiales para que no se vayan acumulando y no sean verdaderamente un peligro».
Problemas de drenaje en Pinares de San Antón
La mayor parte de la urbanización Pinares de San Antón está emplazada en la ladera vertiente de la margen izquierda del arroyo San Antón, un afluente del arroyo Jaboneros. La cuenca vertiente de mayor tamaño es conocida como Cañada de la Mina, que desciende desde la cumbre de la urbanización, pasa por la denominada Ermita de la Mina, y cruza la calle Sauces, calle Palmeras, por dos veces, avenida de San Antón, calle Serranía de Ronda y calle Cedros.
Esta cuenca vertiente se ha visto interrumpida a lo largo de los años en diversos puntos por el propio desarrollo de la urbanización, lo que ha impedido el recorrido natural de las escorrentías hacia el arroyo de San Antón. Este hecho ha ocasionado numerosos problemas en época de lluvias, ya que las aguas pluviales se desvían de su cauce natural, sobrecargando la red de evacuación de aguas residuales de la urbanización y provocando daños por las avenidas de agua.
El caudal excedente que no es capaz de absorber la red aguas residuales discurre actualmente por la superficie de los viales alcanzando altas velocidades debido a las fuertes pendientes de la urbanización. La nueva red de drenaje paliará estos problemas una vez que las aguas pluviales se canalicen al arroyo.