Emasa retiró 2.368 toneladas de residuos de las aguas residuales de la capital durante 2022
Los residuos retenidos en los sistemas de tamizado de las EBAR y de las EDAR registraron un aumento del 16%
La empresa municipal insiste en la necesidad de la concienciación ciudadana para evitar la acumulación de sólidos en las aguas residuales
Emasa registró durante el año pasado la retirada de un total de 2.368 toneladas de residuos sólidos procedente de las aguas residuales de la capital. Del total de estos desechos, en su mayoría toallitas higiénicas, el 52,84% se extrajo en las limpiezas periódicas de la red de saneamiento; un 33,64% quedó retenido en los sistemas de tamizado de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) Guadalhorce y Peñón del Cuervo; y un 13,52% se evacuó desde las 33 estaciones de bombeo de aguas residuales (EBAR) operativas en la ciudad.
La cantidad total de residuos retirados ha experimentado un descenso del 5,3% respecto al año anterior. En cambio, los desechos que se extrajeron de las EBAR y de las EDAR han registrado un aumento del 16% en estas instalaciones respecto al año 2021.
En cuanto a los datos de las dos depuradoras, destacan las 99 toneladas de residuos que llegaron a la EDAR Peñón del Cuervo, lo que supone un incremento del 59,1% en relación con el año anterior. Por su parte, la EDAR Guadalhorce ha sumado un total de 697 toneladas, un 11,7% más respecto a la cifra de 2021.
Estos datos indican un ascenso significativo de los desechos retirados del agua residual que reciben las depuradoras de la capital desde el año 2020, cuando en las EDAR Guadalhorce y Peñón del Cuervo se contabilizaron 571 y 64 toneladas de residuos, respectivamente.
Emasa reitera la necesidad de la concienciación ciudadana para evitar la acumulación de sólidos en las aguas residuales con el simple gesto de no arrojar al inodoro residuos higiénicos no biodegradables como toallitas, bastoncillos, compresas o preservativos.
La presencia de estos desechos en las redes de saneamiento no es solo perjudicial para el medioambiente, sino que también afectan a las infraestructuras y equipos que intervienen en la conducción, transporte y proceso del agua residual provocando numerosas averías.